Martes 12

21:59

Me siento un fracaso.

Tengo tantos trabajos pendientes del instituto...tantos que siento vergüenza de mi vago desempeño académico.

Mi vida amorosa se derrumbó en actos sin razón de una yo ilusa queriendo jugar a la novia...sabiendo que jamás podría amar a alguien.

Mi economía que se desmorona al punto que me hizo considerar la idea de "vender mi compañía"... suena nefasto, pero mis límites ya se desdibujaron. 

Me siento perdida, herida... no tengo deseos de nada, ni de leer poemas. No quiero mirar la tv, no quiero oír música. Levantarme para ir a trabajar es un suplicio, llegar a casa es tedioso, no quiero salir de mi cama...

Quiero morirme quizás?

Ayer se cumplieron dos meces de la partida de mi papá, el Domingo fuimos al cementerio y ahí estaba...la bendita placa con su nombre gravado en el mármol.

Mi corazón se detuvo por un instante, me caí de rodillas ante la cruda realidad de que la muerte era real...era real, no fue un sueño, y esa horrible placa era la sentencia de que mi amado padre no volvería jamás... solo en algún sueño, o recuerdo ...

La ausencia eterna de su cariño, 

El fantasma de sus días... y el echo de siempre estar en los pequeños detalles.  Está siempre presente, aunque no esté...

Aunque no vuelva a oír su voz llamarme nunca más...nunca más estará del otro lado del teléfono, nunca más....

Que enorme es el vacío cuado el amor es inmenso. Que triste es amar, que triste es el cariño...

Querido padre, te voy a extrañar toda la vida amor de mis amores...dolor de mis dolores... te hecho tanto de menos ...