Lunes 10
19:44
He vuelto a caer en la fragilidad de mi carne. Mis labios pecaron estando en el mismo estado que una molotov.
Quiero mas, pero duele. Cada caricia no dada, duele.
Mi mente se encuentra en la mas triste cuaresma, pero mi cuerpo esta viviendo infierno tras infierno. Deseo cuidar la pureza que me abraza, cuidarla hasta que "él" pose sus manos en mi cuello y lo rompa. Me desarme y vuelva a armar en versos... en caricias sin tocar. El deseo criminal de solo ser suya y de nadie mas...
Pero el demonio de los ensueños que habita en mi frágil entraña, desea devorar todo a su pasión. Sin dejar testigos...
El señor tenga piedad de mi...
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