Jueves 20

09:52
Sería adoración... 
En pocas palabras, no puedo intentar siquiera expresar una idea concreta de mí amor hacia "él". Es ese instante místico, por así llamarlo, que las voces al rededor dejan de ser ruido, me atrevería a decir que las personas al rededor se vuelven voces que osilan en nubes invisibles. Solo está su presencia, y la mía. El nerviosismo idiota que me vuelve la reina de los obvios, aunque con algunas clases de cinismo he podido controlar. Los poros de la piel, que se vuelan por el cielo como dientes de león...y las manos frías de la pasión que juguetean en mí espalda para hacerme suspirar cual infante con sueño. Dime, pues, existe alguna medicación para suprimir tales síntomas? 
(Por más que sean bellos en su máxima expresión...)(Dios sabe lo viva que me siento...)


16:05
La mueca. La mueca que hace al beber café. Mientras que él me hablaba, solo podía perderme en sus facciones, en su mirada inquieta, en su media sonrisa y en esa mueca particular. Y no es cualquier forma de mirar, juro que hago todo lo posible por recordar cada detalle, como si fuera una obra de arte, grabarme cada centímetro de su piel hasta el momento en el que lo vuelva a ver.  El corazón me da medias vueltas, quisiera que esas brevedades fueran más eternas que en mí memoria. Pero quizás, si fuera así no sería tan mágico como lo es...
Ahora entiendo lo especial de mí amor... Es un amar metafísico, platónico, helenistico. Imagina siquiera que alguien hiciera análisis filosofico-poeticos de el color de tus ojos solo por el mero hecho de amarte con la misma locura que se ama a algo que no existe. Es absurdo, pero no para una poeta. Porque mí amor va más allá de tocar. Es razonar, es la concepción de la idea como instrumento para amar. Por eso es que la carnalidad me es tan vanal y vacía.

21:23
Vuelvo a casa con el mismo gozo de hace cuatro días ya. Mí miseria se aplaca al grado de que tomo mis antidepresivos por placer a hacerme bien. Quiero cuidar de mí, de darme de comer, de vestime guapa y hacer presente todo lo bien que me estoy sintiendo. 
Hoy analizaba lo que pensaba en hacer hace unas semanas atrás. Tomaría una caja completa de analgésicos, una caja entera de setralina y si aún seguía despierta, acabaría con una caja completa de clonazepam...y así pintaría mí huida de este mundo, sin antes dejar mis cartas y poemas en lo que sería una muerte trágica y dramática....si...
Pero como esos no son los planes del universo, resistí. Resistí el atentar contra lo más valioso que tengo, mí vida.
Si me hubiera muerto no habría conocido a las hermosas personas que conocí en el seminario...las Hermanitas, los Hermanos Asef, Santi, y todos los demás...
Por eso agradezco, agradezco tener tanto hierro en la sangre.

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