Jueves 6

 15:55

La vida como la conocía se fue al demonio. Una vez mas tengo que afrontar las pesadas y estúpidas pruebas que dios cree que resistiré. 

Hace semanas que estoy caminando en las llamas del infierno, clavandome en los pies las esquirlas de los huesos de mi felicidad...

Mi padre está en lo que quizás sea su fase terminal... un cancer de pulmon con metastasis en higado y pancreas a los 87 años solo tiene un pronostico... Aunque quisiera no fuera así.

En realidad quisiera muchas cosas... que él no estuviera enfermo, que él no fuera viejo, que él no hubiera desperdiciado tanto tiempo y amor en gente que ahora lo ha abandonado... La estupidez de aquel que cuando lo tiene todo no piensa en el momento en el que ya no tenga nada.

Y lo mejor de todo, es que todos mis esfuerzos, las noches sin dormir, el hambre, el cansancio....las largas esperas, los viajes de horas...nada tiene valor pareciera....porque después de tanto, no tengo derecho a sentirme cansada... Mi deber es ser la inquebrantable...aunque él me siga llamando niñata...Dios...

y joder...lo estoy....

siento que me quedo sin sangre en las venas, mi esperanza me estrangula en ese afán torpe de mantenerme entera y con vida. Siento que en cualquier momento voy a caerme y no me podré levantar; como esta mañana.

Caí en medio de la calle y la frustración de verme en el suelo solo resultó en hacerme sentir una enorme ira...rabia...dolor...

Estoy tan amargada, agotada....tan mal, que tuve que volver a abrazar lo único que en esta vida logra hacerme resistir... "Escribir para no morir..."

Y aquí estoy, en mi oficina tratando de resistir un poco más a toda esta tortura que implica vivir...